España es líder en el producto sol y playa en sus mercados tradicionales europeos, pero no lo es en otros productos de mayor penetración en el territorio, especialmente en el interior. Por tanto, hay que mantener el liderazgo en el producto sol y playa, y diversificar la propuesta de valor con productos que extiendan el hecho turístico más allá de la costa y las grandes ciudades, como son el turismo de interior, enogastronómico o el ecoturismo.
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